El aprendizaje-servicio, una metodología clave

Entrevista a Javier Torregrosa, salesiano

“A mí me sabe mal como docente no haber descubierto antes el aprendizaje-servicio”

Javier Torregrosa coordina 15 centros salesianos de Comunidad Valenciana, Zaragoza y Murcia. Durante unos cuantos años, fue el director del colegio San Antonio Abad en la calle Sagunto de Valencia. Allá por el curso 2008-2009, empezó a aplicar el Aprendizaje-Servicio entre sus alumnos. Una metodología que continúa desarrollando el centro y con la que obtuvieron el primer premio a nivel nacional del Aprendizaje-Servicio 2015 en la categoría Secundaria-Bachillerato. Nos cuenta en esta entrevista algunas de las claves para desarrollar el Aprendizaje-Servicio (ApS) en nuestros centros y nos cuenta cómo lo trabajan a día de hoy.

Cuéntanos Javier, ¿cómo fue el primer año?

Yo era profesor de Filosofía en 1º de Bachillerato y mi asignatura estaba dividida en 4 evaluaciones, las tres convencionales y una cuarta que funcionaba de forma paralela con las otras y que se iniciaba al comenzar el curso y acababa en el mes de junio. Aquel año, en lugar de evaluarlos con exposiciones, lecturas de libros… decidí aplicar la técnica del Aprendizaje- Servicio que mi mujer ponía en práctica con los alumnos de Trabajo Social en la Facultad y de la que siempre me contaba fascinada en casa los resultados que obtenía. Por aquel entonces, 40 alumnos de 1º de Bachillerato se mostraron interesados y tenían un compromiso semanal de 1 hora y media en la que ayudaban a tutores de         Primaria e Infantil con aquellos alumnos que tenían necesidades educativas especiales.

¿Eran entonces como unos segundos maestros en Primaria y en Infantil?

Sí, más o menos. Me gusta remarcar que no eran voluntarios porque ellos tenían un compromiso desde el inicio de curso. El tutor de estos cursos guiaba al alumno de 1º de Bachillerato para decirle “repásale esto para mañana o aquello otro…” Yo no podía saber qué nivel necesitaban los niños con esa edad.

¿Cómo han cambiado las cosas en el colegio durante estos años con el Aprendizaje-Servicio?

Ahora ya no son 40 alumnos. Este año se apuntaron 105 alumnos y nos hemos visto obligados a ampliar servicios. Poco a poco, la repercusión pasó del centro al barrio que nos rodea.

¿Y cómo? Detállanos, por favor, algunas actividades que se hacen actualmente…

Tenemos la red “Conecta” con la que se enseña a personas mayores a usar Internet, en el barrio tenemos dos centros de día y nuestros alumnos colaboran con los monitores. Por otro lado, también van a la tienda de Caritas de ropa de segunda mano y allí han estado durante un tiempo también. Alguno puede pensar que eso no tiene nada que ver con una asignatura, pero yo siempre les digo que “deben mirar al rostro, a los ojos de la persona que entra en el establecimiento”. Ahora también ofrecen ayuda a tutores de Infantil y Primaria de un colegio público del barrio además de en el nuestro. Colaboran con la ONG “La casa grande” de Torrefiel.

Incluso, este año, los alumnos nos pidieron poder realizar su servicio durante los fines de semana por la falta de tiempo y tenemos un grupo que ayuda sábados y domingos en el asilo de santa Mónica.

¿Y qué hacen allí?

Pues diversas cuestiones. Por un lado, hacen compañía a personas mayores, ayudan a los monitores en la hora de la comida e, incluso, han creado un coro para los ancianos aprovechando que algunos de nuestros alumnos tocan instrumentos. Hay otros que recogen en poemas o crean historias a partir de lo que les cuentan los mayores. Es muy bonito.

En este 2016, para el san Antonio Abad el Aprendizaje- Servicio no es algo innovador aunque para otros centros igual lo pueda ser. Tengo la sensación de que cada año añaden algún servicio más.

Efectivamente. Y algún nuevo aprendizaje, claro está. Queremos ir ampliándolo a otros cursos y asignaturas.

¿Se necesitan muchos medios? ¿Quién coordina tantas cosas?

El profesor de Filosofía y Ciudadanía es quien introduce el Aprendizaje-Servicio en su asignatura y es fácil poderlo poner en marcha. El entusiasmo se suele contagiar entre el claustro.

Javier, coordinas otros centros ¿ en ellos también se lleva a cabo aprendizaje-servicio?

En un colegio de Formación Profesional de Cartagena hay ApS con alumnos de Mecánica. Arreglan piezas para enviarlas al Tercer Mundo, otros que soldan piezas de bicicletas que después envían a un centro de menores. De esta forma, los alumnos aprenden algo que ya les resulta muy útil desde el principio…

Claro, los adolescentes ya no pueden decir aquella frase de “esto no vale para nada…”

Exacto. Son ellos los que quieren hacer ApS cada año. Les encanta y así rompemos con la desmotivación habitual entre el alumnado.

Se te ve emocionado mientras cuentas la experiencia entorno al Aprendizaje-Servicio, ¿ cómo lo valoras tras varios años de aplicación en el centro?

Pues sí, muy emocionado (sonríe) A mí, como docente, me sabe mal no haber descubierto antes el aprendizaje-servicio. Me da un grado de satisfacción enorme leer las memorias que escriben los alumnos sobre su experiencia con esta metodología. Creo que lo importante en la educación es presentarle al alumno experiencias que le ayuden a ser más persona y que estas de acaben convirtiendo en parte de su biografía.

¿Qué se necesita para empezar a aplicar el Aprendizaje-Servicio en un colegio?

Un profesor motivado con voluntad para hacerlo. Posteriormente, que la Dirección no ponga inconvenientes y con esos factores se puede empezar a funcionar.

 

 

 

La injusticia del «arreglo escolar»

EL COLEGIO PUREZA DEL GRAO TENDRÁ UNA UNIDAD MENOS EN INFANTIL CON UNA RATIO SUPERIOR A LOS MÍNIMOS QUE MARCA LA LEGISLACIÓN

El colegio Pureza de María del Grao, que está situado en el barrio del Cabanyal de Valencia, pierde una unidad en Infantil a pesar de superar la ratio establecida por Conselleria en sus aulas. Su directora apela a la unidad de toda la concertada para hacer frente a esta injusticia.

El colegio Pureza de María del Grao ubicado en el barrio del Cabanyal en Valencia es uno de los afectados por la supresión de unidades en los colegios concertados de la Comunidad Valenciana. El centro, con 1083 alumnos, repartidos entre Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato sigue siendo uno de los más demandados en su zona. De hecho, tal y como explica su Titular, la hermana Amparo Ferrer “ofrecemos dos clases para los niños de 3 años por falta de espacio físico en el centro que se ven incrementadas a partir de los 4 años que es cuando ya contamos con 3 unidades. Hay muchas familias que intentan año tras año que sus hijos entren cuando no lo han conseguido a los 3 años. Somos muy demandadas”. Por esta razón, desde el Pureza de María no entienden a qué se debe la decisión de Conselleria de eliminar una unidad en esta etapa.

En sus clases de Infantil, hay 25 alumnos por clase a excepción de las aulas de los niños de tercero de infantil en las que tienen 20. “Aquel año hubo un descenso de la natalidad y es por ello por lo que en estas clases contamos con menos niños”, indica Verónica Montalvo, maestra de Infantil del Pureza de María. No obstante, el Pureza de María supera la ratio mínima que establece Conselleria para la etapa de infantil y tienen una media de 21,7 alumnos por aula.

En el colegio, fundado en 1920 en el barrio del Cabanyal, estudian los hijos de familias “trabajadoras”, explica Amparo Ferrer. Hay inmigrantes, gente con escasos recursos… La directora considera que se está “castigando” a la educación concertada religiosa e insiste en la unión de todos los centros concertados para poder hacer frente a las decisiones que está tomando Conselleria. En su opinión, “ algunos colegios públicos del Cabanyal se quedan con vacantes y quiere quitarnos plazas a nosotras que las llenamos para dárselas a los otros”. Una medida que ha sido acogida con mucho desánimo por parte del profesorado y por los padres del centro que consideran que debe primar la libertad de elección de centro por parte de todas las familias, aspecto que aparece recogido en el artículo 27 de la Constitución Española. Por ese motivo, ya han recogido firmas que presentarán en los próximos días en Conselleria.

Un centro que, todavía, no se ha planteado cómo afectará la medida a su profesorado porque esperan la reflexión de Conselleria.

Mucho más que colegios, más que “fríos números”

Los centro Claret y Jesús-María Fuensanta invitan al Conseller de Educación a visitar sus centros en horario escolar

El colegio Claret y el Jesús-María Fuensanta son dos centros del mismo barrio valenciano que pierden unidades para el año próximo. Especializados en la inclusión y con alumnado de muchas nacionalidades, piden al conseller de Educación que los visite para que conozca la realidad social de ambos colegios

Valencia, 27 de abril.

El pasado 18 de abril, Conselleria informaba a los centros Jesús-María Fuensanta y Claret de Valencia de que perdían unidades para el próximo curso. Jesús-María pierde dos unidades en primaria y el Claret tendrá una menos en Infantil y otra quedará suprimida en Primaria. El motivo que esgrime Conselleria es que ambos centros no llegan a la ratio mínima de alumnos. “Cada año nos quitan más y nos están dejando con las puertas cerradas”, indica Antonio Cebrián, director del Claret. Su jefe de estudios, José Manuel Gómez califica de “injusticia social” la medida anunciada por Conselleria y lamenta que con estos colegios se apliquen “los números fríos”.

Sin embargo, ambos centros, que están separados por escasos metros, son los dos únicos que hay en el corazón del barrio de la Fuensanta de Valencia. Tanto uno como otro destacan por su labor como escuela inclusiva y por su forma de trabajar ante un alumnado tan diverso lo que hace complicado poder mantener la ratio habitual que presentan otros centros escolares si se busca dar una enseñanza de calidad. “Entre nuestros alumnos tenemos de 23 nacionalidades diferentes”, apunta Matilde Desantes, directora General del Jesús-María. “Son 150 horas menos, con 6 profesores menos, mismo número de alumnos y para darles la misma calidad de enseñanza con respecto a lo que teníamos hace dos años”, explica Armando Valiente, docente de Secundaria del mismo centro.

Dos claustros de educadores que han recibido la noticia como un jarro de agua fría después de haber sufrido ya recortes durante el año anterior debido al aumento de ratio del presente curso. Lamentan la decisión de Conselleria por considerar que quien gobierna afirma que incluye “políticas sociales” y que, sin embargo es quien les está “sesgando”. “Este barrio solo tiene como referencia estos dos centros, no hay ni siquiera una asociación de vecinos aquí”, explica indignada la directora del Jesús-María Fuensanta mientras que, a su vez, explica que para trabajar en estos centros “se necesita una sobredosis de vocación que se pone a prueba diariamente con profesores que trabajan dentro y fuera de su horario”.

Cómo afectan los recortes en estos centros

Tanto en el Claret como en el Jesús-María recuerdan que la ratio que tienen es “más que suficiente” para poder atender al tipo de alumnado que tienen pues, de lo contrario, no podrían realizar sus apoyos flexibles, desdobles en secundaria, acompañamientos personales, trabajo cooperativo, dar máximos a alumnos de altas capacidades…. En el Claret se verán abocados a juntar a niños de 3, 4 y 5 años en la misma clase con las diferencias madurativas que tienen los pequeños a esa edad. Por otro lado, recuerdan que son centros que integran pero que si uniesen a alumnos de primaria de dos cursos diferentes pueden llegar a encontrarse con 4 alumnos con necesidades educativas especiales permanentes lo que comúnmente se conoce como dictamen de escolarización y esto lo califican de “inviable” con 25 alumnos por clase.

Una amenaza que tiene historia

Tanto el Claret como el Jesús-María fueron dos centros que se crearon tras la riada de 1957 que dejó sin hogar y sin trabajo a muchas familias valencianas que residían en la zona céntrica de la ciudad y que se desplazaron hacia el barrio de la Fuensanta. Hoy, aquellos primeros alumnos que tuvieron son los abuelos de muchos de los niños que estudian en El Claret que cuenta con 180 alumnos o los 348 que lo hacen en el Jesús María. Centros que se nota que son familiares y donde se traspasa la barrera de lo puramente académico.

Sus equipos directivos recuerdan que desde hace más de 2 décadas han estado amenazados con la pérdida de unidades pero que, finalmente, tanto el gobierno del PP como del PSOE reformulaban sus propuestas después de conocer la realidad a la que atienden y la forma de trabajar de ambos centros.

Preguntados por si creen que podría cambiar de opinión Conselleria responden que ellos harán todo lo que esté en su mano. “De momento, vamos a presentar las alegaciones antes del día 29, estamos recogiendo firmas, nuestros profesores no sé lo que harán con los sindicatos…”, responde Cebrián.

Una invitación clara: que nos visite el conseller de Educación

Tanto los docentes del Claret como del Jesús-María inciden en lo mismo: es necesario que el conseller de Educación o su equipo visite los centros y que lo haga en horario escolar para que pueda entrar en las aulas de ambos centros. “Debe conocer la realidad social a la que le quieren cerrar las puertas”, indica José Manuel Gómez mientras que Matilde Desantes considera “que no hay ser humano capaz de dar cerrojazo a esta labor educativa-social”.

De momento, Conselleria no se ha pronunciado al respecto de esta invitación informal pero clara de los equipos directivos del Claret y del Jesús-María Fuensanta, centros que siguen apostando por una educación de calidad y de justicia social.